miércoles, 10 de noviembre de 2010

Soledades


Grito en el silencio
mientras me seco con la lluvia.
Mía es la oscuridad de la ciudad.
Se anida dentro de mi pecho y se hace luz.
La soledad...la soledad.


Callo al ver los demás hablar,
los trato de interpretar.
Pero es un lenguaje extraño e inusual.
El corazón balbucea
y ellos luchan
por ser la voz que a todos trata de opacar.

La noche es mía, mía y de mi verdugo.
Me sigue a todas partes, no me deja
respirar.
Las horas pasan, sus quejidos van cesando ya,
y me libera tiernamente al
sueño y al despertar.