Amame como amas...
la fragancia de azucenas,
la majestad de las rosas,
la magia de las catleyas.
Bésame con cariño
no escatimes la pasión.
Despacha mi sinrazón
con tu voz de tierno niño.
Amame sin descanso
en el fuego del estío,
en las noches más glaciales,
en mis tardes otoñales.
Y no solo cuando veas
ver renacer los botones,
de frágiles girasoles.
Besa a mis hojas marchitas
como a mi nectar mielado.
No me apartes de tu lado
que mi corazon tirita.
Déjame un céfiro suave
que me alivie y que me sane.