domingo, 14 de noviembre de 2010

La niña de la mirada triste y su institutriz

La niña de la mirada triste y su institutriz,
una mujer adusta y misteriosa, ambigüa y sabia
Conversan apaciblemente tras las murallas de esta gran ciudad.
El mismo sonreír, el mismo mirar...
Aferrada a su anacrónico sentir
La niña de la mirada triste está llorando.
Mira a su aya con severidad,
mas ésta no se deja impresionar.
Ambas una sola son
gemelas extempóraneas.
No existen secretos entre nosotras.
Más para los demás.
Un enigma violeta que parlotea, vuela y anda
es menos arcano que nuestro pensar.

La vida nos pone en una disyuntiva
avanzar o volver el paso atrás.
Hágase lo que se haga.
Mi corazón se enterrará en las Tinieblas.
Aunque vivimos en la Oscuridad toda la vida.
La guardiana acaricia las mejillas de la niña del triste mirar.
Un secreto relampagea entre sus ojos.
El mismo sentir,
El mismo mirar.
La seguridad de que el Destino está escrito y a su vez
uno lo escribe en su peregrinar...