viernes, 12 de noviembre de 2010

Pequeña Lantana


Pequeña Lantana, mi hermosa Lantana.
Cobíjame bajo la enternecedora fragancia de tus pétalos...

A la vera del camino estás pequeña Lantana,
eres insignificante para muchos,
más pese a tu sencillez pude ver tu valía.
La nobleza en tus formas simples y en tu cálido color.
No eres ostentosa pequeña Lantana,
no eres lo suficientemente "gloriosa" para un regalo.
Pero te vi con los ojos del corazón...
Un predador retrocedió ante tus murallas, pequeña Lantana.
Resististe a la sequía y aún seguías tan lozana.
Y cuando te crucificó el destino bajo el fuego mi hermosa Lantana,
resplandeciste aún más bella, mas santificada...

Si yo fuera una flor sería indudablemente un infantil girasol,
Etéreo y pretencioso, más pese a todo, inocente, pequeña Lantana.
Moriré de pie calcinada cruzando mi altiva mirada con el Sol.
Soy tan arrogante...

Pero tú eres una pequeña Lantana,
Una insignificante flor. Una robusta y basta flor.
Eres tan insignificante que tienes mil nombres y sólo te recuerdan los herbolarios
y también los niños,
Eres tan accesible para ellos pequeña Lantana.
Tan llana y comprensible,
despojada de malicia mi hermosa Lantana.
Eres la matriz que me cobijó largos años,
y hoy me sorprendo despreciando cruel sin pretenderlo.
Tu fiel amor silencioso...