domingo, 21 de noviembre de 2010

Susurro del Bosque

Tras las murallas de mi soledad,

El susurro del Bosque es tan distante.

El sosiego del alma es tan arisco y lejano a mi Hoy.

Vivo días de loco plañir, de mustio mirar.

Mis manos y mi voluntad atadas

por esta cruel ansiedad.

Que no me deja dormir sin sueños crueles.

Que no me deja reír ni respirar.

Anhelo la no-existencia,

deseo fundirme al vacío, al absoluto.

Y dejar de ser Yo.

Mi pasado y mi presente me atormentan

Y soy tan débil

no puedo sostener a quienes amo aunque lo quiera

y eso me hace sentir más miserable...

No puedo sostener mis propios pasos sobre la Tierra!!!

Sólo tengo este sensible corazón que lejos de premio, es una condena.

Y esta mente que es un látigo, un alacrán.

Bebo del manantial de aguas pantanosas...

Sólo anhelo volver a oír

el susurro del Bosque.

Mis pensamientos aquí y en todas partes

anhelan con fervor la calidez de una matriz...

La Eterna Niña en mi corazón

desea recuperar esa despreocupada paz,

esa despistada paz que un día sentí.